Se trata de un local muy diáfano, donde la cocina se integra con el comedor en concepto abierto, de modo que al estar comiendo se puede ver la experiencia del preparado y horneado de las pizzas.

El techo con perfiles de hormigón se ha dejado a la vista como elemento característico preexistente. Destaca una gran celosía de suelo a techo, realizada en hierro y madera, que recibe a los visitantes en la entrada a la vez que ejerce de filtro de intimidad a los comensales.